El calor que emiten los rayos infrarrojos en estas saunas penetra en el cuerpo a un nivel más profundo que el calor ambiental. Según algunos cálculos, la penetración puede llegar hasta los 4 centímetros.
La sauna infrarroja hace que las personas suden más a una temperatura de ambiente más baja que el que se produce dentro de las saunas comunes.